9 de Octubre de 2011
La escalada, concebida para una meditación de difícil comprensión, a veces nos regala momentos que seguramente en ningún instante de la vida diaria, podríamos apreciar de la manera en que lo hacemos cuando nos encontramos lejos del suelo, de la gente, adentrados en el terreno salvaje y duro, mucho más allá de nuestros pensamientos. Digamos que vamos a la montaña a ser libres, a intentar olvidar que al otro lado está la multitud, la masa siempre asfixiante de la sociedad, para comprender más de nosotros, para buscar algo más… Una vez más, hemos tenido esta sensación, e intentamos que cada vez sea más intensa, para darnos cuenta de lo que vale todo eso que llamamos vida.
Nos encontramos a las 9 de la mañana en Pola Pablo y yo, para tirar hacia Ubiña, con intención de escalar algo, aunque dudábamos del objetivo. Estábamos entre liberar una, hacer esta otra… y esta vez, entró en el saco cierta vía “fantasma” de Ubiña, la Rubén Solís del Fontán. Digo “fantasma” pues para mí era simplemente una línea, un croquis en el que caías al pasar las páginas del libro de Adrados, y que nunca me había planteado hacer. Al llegar a Tuiza nos decidimos por esta última, y es que en el ambiente se palpaban buenas vibraciones, mezcladas con el sabor ácido de la indecisión. Después de 2h de pateo estamos bajo la pared, dándole al chorizo, al queso y al pan como el auténtico Cainejo. Con una reseña más bien pobre conseguimos identificar la línea a pesar del intenso sol de la mañana, que impide ver con objetividad los relieves reales de la roca. Observaba el muro de roca gris perfecta, liso como un espejo y me repetía: “Tranquilu, si la vía va por ahí…es que se puede pasar...de una u otra manera… pero se podrá”. El reloj marca exactamente la 1:25pm cuando comenzamos la vía.
Da cierta confianza haber escalado las últimas semanas en la roca característica de Ubiña, decir que no es un tipo de caliza a la que estemos acostumbrados, no solo por la “dudosa” consistencia en ciertos tramos, sino también por el tipo de escalada también en sus partes más compactas, y de una adherencia increíble. El primer largo, comienza por terreno fácil de fisuras “dudosas”, para seguir superando muros cortos y verticales (Unimos lo que serían I y II). El Segundo largo (el más duro) me recuerda a las historias del Yosemite de los años 60, no solo por la fisura que dibuja casi todo el largo sobre la pared, sino por alguna que otra laja que cuanto más te agarrabas, mas se separaba de la pared… Hicieron falta varias pruebas de solidez desde la “segura” reu para aclarar la exposición. El tercer largo recorre en travesía hacia la izquierda ligeramente ascendente, por fisuras buenas, hasta dejarnos debajo de un techo, en el que debemos descender para encontrar una fisura más baja, que nos deja directamente en la reunión, un largo guapísimo y con ambiente. El cuarto largo es un diedro inclinado con la roca algo dudosa, y que nos deja justo bajo la gran placa gris. Llegados a este punto, observamos una línea de buriles en la que será difícil sentirse completamente cómodo, para salir a una fisura babaresa, con pies extremadamente pequeños donde los gemelos no quedarán indiferentes, para seguir a la derecha de una oquedad característica, hasta entrar en una chimenea donde encontraremos la reu. Las vistas desde esta pared son increíbles. Poco a poco la cumbre se va dejando, pero hasta el último largo tiene salsa. La llegada a la cumbre es espectacular, asomar la cabeza y ver la horizontal, dando a la justa cumbre es una sensación que cuesta describir. El sol se está poniendo, ya cerca de la línea del horizonte, y la luna, casi llena, iluminará los valles huérfanos de luz. Como alguien solía decir: -¡Una vez más, hemos salvado el pellejo!
Bajamos con las ultimas luces hasta la base, para recoger el resto de material y observar, por última vez en el día la pared. Un total de unas 11h de actividad, en un marco incomparable de la cordillera Cantábrica. Ha sido un día excepcional, auténtico, uno de esos en el que afilas el colmillo, donde hay que ser un poco lobo, y las fotos mentales, como las reales serán difíciles de borrar.
La Línea
Aproximacion
Campo Base
Llegando a pie de Vía
Segundo Largo y parte del Terceru
Quinto largo, La Super-Losa
Pablo en los primeros metros
Primer Largo
Las vistas desde este balcón.
Segundu Largo
Quinto largo, Super-Losa
Cumbreeee!!!
Continuará...
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