Después de unos días de parada por obligación, volvemos a las alturas, una vez mas al increíble macizo de Ubiña, esta vez con un compañero novato y cualquiera lo diría viendo esa manera de moverse por las alturas. Quería escalar desde hacia tiempo, patear etc... asique lo mejor era una combinación de ambas cosas, la Arista de los Portillines. Nunca había puesto los pies sobre una cresta tan afilada y hermosa como descompuesta.
Después de un desayuno sin prisas en la Pola, salimos pa Tuiza, preparamos los pocos bártulos que llevaremos para el día y a las 10:30 empezamos a caminar.
A las 11 estamos en el Meicín, a las 12 en la Forqueta, hidratando y comiendo algo de fruta. 12:25, comenzamos la subida al Portillin oriental.
El inicio es fácil y lógico hasta aquí. de este punto en adelante recorremos metros fáciles por tramos mas o menos sólidos De la mitad en adelante cada vez mas afilada y cada vez mas descompuesta...hay bloques del tamaño de neveras que se sujetan de manera siniestra en sitios realmente expuestos y apuntando al cielo.
Ojo, a la bajada del ultimo, se puede destrepar aunque es recomendable hacer un ultimo rappel para bajar de esta cumbre.
El novato se movía como pez en el agua por este terreno dudoso a pesar de no haberse visto nunca en tal situacion, y el disfrute fue máximo. Llegamos a la pasa l´Siete a las 16:00 y después de beber y comer un poco iniciamos el descenso a Tuiza a calmar nuestra sed de cerveza. A las 17:20, después de bajar a cueva palacios y hacer una breve parada en el Meicín, el zumo de cebada corre por nuestras gargantas antes de la comida en el acogedor chigre.
El gran Josín (Cenera)
Pronto volveremos a la carga, ahora a pringar antes de que llege el "descanso" del fin de semana.
Salud!
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